Articulo original : https://www.medias-presse.info/le-president-de-la-mutualite-chretienne-belge-promeut-leuthanasie-comme-solution-au-vieillissement-de-la-population/188765/

por Pierre-Alain Depauw – 12 de abril de 2024 – Traducido por Elisa Hernández

En Bélgica, Luc Van Gorp, presidente de la Mutualité Chrétienne (Mutua Cristiana) – que ahora sólo es cristiana de nombre – ha abogado por el suicidio asistido para las personas mayores «cansadas de la vida» y ha descrito de forma chocante a los ancianos como una «montaña de carne» que «empieza a oler».

El presidente de la mayor mutua de seguros de Bélgica ha promovido la eutanasia como solución al envejecimiento de la población del país.

Luc Van Gorp, presidente de la Mutualité Chrétienne (Mutua Cristiana), señaló que el número de personas mayores de 80 años en Bélgica se duplicará hasta alcanzar los 1,2 millones en 2050, lo que supondrá una enorme presión financiera para el sistema sanitario y las mutuas.

Según De Specialist, Van Gorp afirmó que el problema no puede resolverse con más dinero y abogó por «un enfoque radicalmente distinto».

«Los médicos y otros profesionales sanitarios hacen ahora todo lo posible para que todo el mundo viva más tiempo, pero ¿con qué fin? Vivir más no es un fin en sí mismo, ¿verdad? Ante todo, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo puedo vivir con una buena calidad de vida?».

Promotor de la eutanasia y el suicidio asistido

Van Gorp afirmó con fórmulas de lenguaje bastante hipócritas que, además de la ley actual sobre la eutanasia, «debería existir también una forma más suave para las personas que sienten que su vida ha terminado», y añadió que «muchas personas mayores están cansadas de la vida».

En lugar de llamar a este proceso suicidio, que tiene connotaciones negativas, «prefiere llamarlo: devolver la vida». Estamos en plena novolengua. Matar se convierte en devolver la vida, en una verdadera caricatura orwelliana del discurso.

«Sé que es un tema delicado, pero debemos atrevernos a tener este debate».

«A lo largo de la historia, hemos metido a la muerte en una caja propia. Es algo para los uniformes negros, frente a los uniformes blancos que cuidan de los vivos. Pero estos dos mundos se mezclan, la muerte forma parte de la vida».

Compara a los ancianos con «carne maloliente».

En un comentario revelador y odioso, el presidente de la Mutua Cristiana utilizó la metáfora de una montaña de carne que empieza a oler mal para describir a los ciudadanos de edad avanzada. En un mundo normal, cabría esperar que se viera obligado a dimitir o fuera despedido tras tan escandalosos comentarios.

«A veces comparo a los ancianos con una montaña de carne», afirma. «Esta montaña se encuentra ante todo en la asistencia sanitaria. Los médicos y los hospitales se implican y ganan mucho dinero. Pero en cuanto esa carne empieza a oler, la traspasan a la atención a los ancianos. Pero el envejecimiento no es sólo responsabilidad de las personas que trabajan en la atención a la tercera edad».

Mientras que varios políticos de izquierdas y liberales se mostraron a favor de las ideas de Van Gorp, el líder democristiano Sammy Mahdi se opuso al plan, afirmando: «Si alguien está cansado de la vida y siente que estorba y no recibe más visitas, entonces estamos fracasando como sociedad».

¿Hacia un debate nacional sobre la eutanasia para los ancianos?

El ejecutivo concluye pidiendo un debate nacional sobre la eutanasia para los ancianos: «Por delicado que sea, debemos atrevernos a entrar en el debate sobre la calidad de vida, incluso al final de la vida. Hoy es mejor que mañana. «

En 2002, Bélgica se convirtió en el segundo país posterior a la Segunda Guerra Mundial en legalizar la eutanasia. En 2014, se convirtió en el primer país en abolir el límite de edad para la eutanasia. En la actualidad permite la eutanasia a menores que padezcan una enfermedad (supuestamente) «terminal», que estén a punto de morir o que sufran dolores crónicos y que cuenten con el consentimiento de sus padres y de su médico.

El número de casos de eutanasia legal al año no ha dejado de aumentar desde que se legalizó en 2002, hasta alcanzar casi los 3.000 en 2022.