Articulo original : https://www.medias-presse.info/banalisation-de-lavortement-et-taux-de-natalite-au-plus-bas-dans-tout-loccident/187001/

por Léo Kersauzie – 4 de marzo de 2024 – Traducido por Elisa Hernández

La verdad es que no hay escasez de bebés. La verdad es que se les mata mediante el aborto.

Nunca antes había visto el mundo occidental un esfuerzo tan intenso por parte de sus dirigentes para establecer en la ley el «derecho» a matar a los bebés en el vientre materno durante los nueve meses de embarazo. En Estados Unidos, Joe Biden está haciendo del «derecho» al aborto un tema central de la campaña presidencial de 2024, mientras que la vicepresidenta Kamala Harris está recorriendo el país en una «gira abortista» para azuzar a los votantes. En el Reino Unido se está intentando despenalizar totalmente el aborto. En Francia, dirigida por Emmanuel Macron, todos los partidos políticos representados en las asambleas parlamentarias son cómplices de la consagración del aborto en la Constitución francesa.

Esta política mortífera tiene lugar en un momento en que, paradójicamente, los titulares de los medios de comunicación advierten de que cada vez más naciones se enfrentan a un problema urgente: demasiado pocos bebés. He aquí una muestra de titulares recientes:

Global News: «La tasa de fertilidad de Canadá se sitúa en el nivel más bajo de la historia».

Fox News: «La tasa de natalidad de España cae al nivel más bajo desde que comenzaron los registros hace más de 80 años».

The New York Post: «En Estados Unidos, los nacimientos siguen cayendo mientras casi la mitad de las mujeres menores de 45 años no tienen hijos».

The Guardian: «La tasa de natalidad del Reino Unido cae a su nivel más bajo, mientras los activistas declaran que «tener hijos es un lujo».

The Guardian: «La tasa de natalidad de Japón cae a mínimos históricos mientras el gobierno habla de «estado crítico»».

The Guardian: «La tasa de fecundidad de Corea del Sur cae a mínimos históricos a pesar de los 270.000 millones de dólares en incentivos». Los titulares de los medios de comunicación coreanos hablan de los «temores de extinción» de Corea del Sur.

The Deccan Herald: «Singapur se enfrenta al declive demográfico: la tasa de fertilidad cae por debajo del 1% por primera vez».

The Financial Times: «El preocupante descenso de la tasa de fertilidad mundial».

El aborto y el plan de despoblación

El libro maltusiano de Paul R. Ehrlich de 1968, La bomba demográfica, era mentira: nos enfrentamos a un plan de despoblación y a una serie de crisis relacionadas. No tenemos suficientes niños para mantener nuestros estados del bienestar; en países como Canadá, eso significa un sistema sanitario que falla y que presiona cada vez más a los ancianos y enfermos para que «opten» por la eutanasia. Incluso China, que ha esterilizado a la fuerza a innumerables mujeres y ha abortado forzosamente a decenas de millones de bebés, intenta ahora desesperadamente promover políticas natalistas y suplicar a las mujeres que tengan hijos ante la inminencia del precipicio demográfico.

Fomentar el aborto y fingir quejarse del descenso de la población

Una de las razones obvias del colapso demográfico es el aborto. El presidente francés Emmanuel Macron es el mejor ejemplo de este discurso esquizofrénico. Habla de «rearme demográfico» después de hacer todo lo posible por consagrar el aborto en la Constitución francesa. Recordará usted que Macron es también el hombre que se burló de las mujeres que desean familias numerosas, diciendo: «Uno de los problemas críticos de la demografía africana es que no se trata de una fecundidad elegida. Yo siempre digo: Muéstrame a la mujer que ha decidido, estando perfectamente educada, tener siete, ocho o nueve hijos». Macron, en cambio, no tiene hijos.

En Francia se producen más de 200.000 abortos al año. Hay 100.000 abortos al año en Canadá; unos 800.000 al año en Estados Unidos; 90.000 en España; 30.000 en Corea del Sur; 120.000 en Japón; 4.000 en Singapur. Según el Instituto Guttmacher, cada año se producen unos 73 millones de abortos en todo el mundo. La verdad es que no hay escasez de bebés. La verdad es que los matamos mediante el aborto para lograr el objetivo de la despoblación.