Articulo original : https://www.medias-presse.info/ouverture-des-jo-un-spectacle-wokiste-a-vomir-et-a-pleurer-de-honte-chretiens-reagissons/193790/

by Rastignac – 27 julio 2024 – Traducido por Elisa Hernández

Drag queens obesas, grtezcamente maquilladas, una representando a Cristo aureolado en el centro y las otras a los 12 apóstoles, imitaron de forma hilarante y demoníaca la Última Cena.

Tendremos más que decir sobre este abominable espectáculo anticristiano y antifrancés en nuestras columnas.

Por el momento, estamos tan abrumados por la conmoción y la vergüenza que nos gustaría ofrecerle sólo algunas reacciones indignadas:

Philippe de Villiers: «La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos es una vergüenza. Nos estamos suicidando ante el mundo entero. La Última Cena con drag queens y la decapitación de María Antonieta añaden infamia a la fealdad. La Francia de Macron y el wokismo no es Francia».

Elon Musk: «Fue extremadamente irrespetuoso con los cristianos».

Gabrielle Cluzel, del Boulevard Voltaire: «Francia pisoteando la religión que la vio nacer -con el bautismo de Clodoveo- ante los descendientes de los “reyes católicos” de España, Felipe y Letizia, que no se inmutaron, los impasibles reyes de Bélgica -¿qué habría hecho su tío el rey Balduino en su lugar? – y, en general, tantos gobernantes de lo que una vez fue la Europa cristiana, como un festivo suicidio en directo».

Marion Maréchal: «A todos los cristianos del mundo que vieron la ceremonia de apertura y se sintieron insultados por esta parodia drag queen de la Última Cena, deben saber que no es Francia la que habla, sino una minoría de izquierdas dispuesta a cualquier provocación».
El abogado Fabrice Di Vizio: «Invito a todos los cristianos a unirse en una denuncia conjunta contra el Estado francés para que se condenen las diversas escenas blasfemas contra Cristo».

¿Podemos esperar, aunque sólo sea por un segundo, que el conciliarista y filobergogliano episcopado francés denuncie este despreciable ataque al corazón de nuestra Fe?

¿Cómo se atreven esos podridos organizadores a burlarse de la religión?

Cristianos, ¡despertemos! ¡No dejemos que esos bastardos subvencionados atenten contra el honor de Nuestro Señor sin reaccionar!