por Pierre-Alain Depauw – 15 de mayo de 2024 – Traducido por Elisa Hernández

Cada día hay más noticias sobre la locura que se ha apoderado de la sociedad moderna, sobre todo, por supuesto, en el mundo occidental, pero no sólo allí. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías y de la inteligencia artificial (IA), cada vez más conciudadanos nuestros pierden todo sentido de la realidad. El viernes pasado, por ejemplo, se celebró un concurso para elegir a Miss IA. Se trataba de determinar qué mujer creada por la inteligencia artificial iba a ganar este concurso de Miss. Y el jurado de este absurdo concurso incluía a dos «influencers» que no existen, sino que también han sido creadas por la inteligencia artificial. ¿Me están siguiendo?

El mundo artificial frente al mundo real

Merece la pena señalar que estos «influencers» supuestamente totalmente virtuales tienen cada uno cientos de miles de seguidores, la inmensa mayoría de los cuales son reales. Imaginar que cientos de miles de personas se suscriben a las redes sociales para seguir los desvaríos de una ‘mujer’ concebida por la inteligencia artificial dice mucho de la salud mental de nuestros contemporáneos.

En cuanto a los principales medios de comunicación y sus expertos consultados para la ocasión, el debate se basa únicamente en su percepción wokista de las cosas: todos lamentan que el concurso Miss IA transmita «estereotipos sexistas» sobre las mujeres. Si Miss AI representara a una transexual negra con sobrepeso, tatuajes y piercings, todo encajaría perfectamente en estos medios de formación de opinión. Ninguno de ellos se plantea la única pregunta real: ¿a qué grado de locura y perversión tendrá que llegar nuestra sociedad antes de comprender la necesidad de volver a la realidad?