Articulo original : https://www.permariam.com/p/cardinal-burke-on-persecution-of

Por MICHAEL HAYNES – 25 abril 2024 – Traducido por Elisa Hernández

En un discurso pronunciado el martes en Nueva York, el cardenal Burke condenó el «escándalo» de dar la comunión a políticos proabortistas, la «apostasía» de la vía sinodal y la actual «persecución» de la Misa en latín.

El cardenal Raymond Burke, al hacer comentarios sobre una serie de temas de actualidad en la Iglesia católica, condenó la práctica de dar la Sagrada Comunión a políticos pro-aborto y señaló que la Misa tradicional se encuentra en un estado de «persecución».

«Esto es lo que se denomina escándalo», dijo el 23 de abril, comentando la práctica de que los políticos favorables al aborto reciban la Sagrada Comunión.

Los comentarios del cardenal Burke se produjeron al final de un erudito discurso sobre las enseñanzas de Cristo Rey, pronunciado el martes en el Foro de Liderazgo Masculino de Nueva York. Tras esbozar la riqueza de la doctrina católica sobre la realeza de Cristo, el cardenal respondió a preguntas sobre diversos temas, muy inclinadas hacia algunas de las cuestiones más acuciantes en los debates internos de la Iglesia.

«El hecho de que políticos, y no necesito dar nombres, es demasiado obvio, que dicen ser católicos devotos y que promueven públicamente una abominación como el aborto inducido o esta agenda transgénero o lo que sea, se acerquen a comulgar y reciban la Sagrada Comunión escandaliza a la gente».

El cardenal estadounidense dijo que tal práctica de dar la Sagrada Comunión a estas personas conduce de facto a la opinión de que la enseñanza católica ha cambiado:

«Da la impresión de que la Iglesia ha cambiado su enseñanza con respecto a estos delitos, estos pecados anteriores, y eso lleva a la gente a ser muy laxa en sus propias conciencias».

Puede imaginarse que si alguien que está a favor del aborto recibe libremente la Sagrada Comunión, ¿se inclinará la gente a examinar su conciencia como es debido, antes de acercarse a recibir el Sacramento? Embota las conciencias.

Hoy en día, no podemos dar nada por sentado porque nos enfrentamos a seis o siete décadas de mala catequesis. Muchos católicos de hoy, y no es culpa suya, no conocen su propia fe.

Algunos se sorprenden de que la Iglesia tenga alguna enseñanza sobre la recepción de la Sagrada Comunión».

La Iglesia Católica enseña que el aborto es siempre malo porque mata a un ser humano inocente, violando así la prohibición de la Iglesia sobre el asesinato. (CIC 2270-2272.) La CDF de 2004 memo afirma que un político «que hace campaña y vota sistemáticamente a favor de leyes permisivas del aborto y la eutanasia» manifiesta «cooperación formal» con el pecado grave, y se le debe «negar» la Eucaristía.

Además, el canon 915 del Código de Derecho Canónico católico prohíbe explícitamente comulgar a los que están en pecado mortal: «No deben ser admitidos a la Sagrada Comunión los que hayan sido excomulgados o interdictos después de la imposición o declaración de la pena y los demás que perseveren obstinadamente en pecado grave manifiesto.»

El Camino Sinodal es una “apostasía”

El cardenal también ofreció su valoración del estado global de la Iglesia en los distintos continentes, basándose en su experiencia personal y en la de sus hermanos cardenales. Mientras que África y Filipinas se caracterizan por un crecimiento en la práctica de la fe, el cardenal Burke advirtió que en Europa no es tan fácil encontrarlo.

De hecho, refiriéndose al muy controvertido Camino Sinodal en Alemania -que ha propuesto una serie de aspectos contrarios a la doctrina católica, como la bendición de personas del mismo sexo o el diaconado femenino- afirmó que «esto es una apostasía. Lo es, es un hecho objetivo».

Pero también alentó a que, a pesar de la práctica de esa «apostasía», siga habiendo muchos católicos fieles a la enseñanza eclesial, un hecho, dijo, que debe servir de inspiración «para ser mayores testigos (de la fe) en nuestra vida diaria.»

«Esta ideología de género es un ataque a la razón humana porque va contra nuestra propia naturaleza», señaló, a modo de inciso.

Misa en latín: «Nos hace mucha falta

El cardenal, conocido por su promoción de la Misa en latín y por celebrarla personalmente en todo el mundo, describió las actuales restricciones a la antigua liturgia como una época de «persecución».

En los últimos años, el Papa Francisco y el cardenal Arthur Roche han impuesto cada vez más restricciones a la misa tradicional. Traditionis Custodes y documentos posteriores que restringen la disponibilidad del antiguo rito de la Iglesia.

Pero el cardenal instó a los miembros del Foro a no preocuparse de que la Misa en latín desaparezca de algún modo: «Pero no teman, esta forma del rito romano que prácticamente ha existido sin cambios menores durante 15 siglos, y es de una belleza incomparable – hoy los jóvenes que nunca oyeron hablar de ella, o nunca la vieron antes, entran en una iglesia y observan la belleza de la Misa, hay conversiones.»

En cambio, les instó a «seguir apoyando los apostolados de la Usus Antiquiorel uso más antiguo del rito romano porque lo necesitamos. Lo necesitamos mucho».

Algunas de las justificaciones publicadas para Traditionis Custodes eran que existía, supuestamente, un espíritu generalizado de rechazo a la Novus Ordo. El cardenal Burke rechazó la premisa, afirmando que «no cuestiono ni por un momento la validez del Novus Ordo Misa, pero viví los abusos que hubo con respecto a la liturgia y eso destruyó la fe de mucha gente».

Tales abusos, dijo, sirvieron para debilitar la fe de muchos: «Una de las principales razones por las que la fe en la Eucaristía está tan disminuida hoy en día es por todos los abusos que rodean a la Eucaristía, que la han hecho parecer algo cotidiano, una invención del hombre en lugar de un don supremo de Dios».

Renovando una vez más su llamamiento al Foro, el cardenal declaró sobre las restricciones que «este tipo de cosas ya han ocurrido antes, pero tenemos que permanecer serenos, eso es lo más importante».

«Existe una gran tentación, cuando se lucha por una causa justa, de perder la serenidad», advirtió. «Si somos colaboradores de Cristo en la verdad, debemos ser los más serenos y, por tanto, también los más caritativos. Nunca es útil dedicarse a hablar sin caridad. Sed firmes en la obra de Cristo».