de Alain Escada, Traducido por Elisa Hernández

Permítanme enviarles un mensaje de esperanza para el próximo año, porque por muy larga y oscura que sea la noche, siempre llega una hora en la que por fin amanece.

Este nuevo año será en parte lo que ustedes hagan de él. Ya que es tiempo de propósitos, elijamos algunos que están a nuestro alcance, y volvamos a lo esencial.

En primer lugar, no pongamos nuestras esperanzas en elecciones ni en hombres o mujeres providenciales; el único Salvador es Jesucristo. Dediquemos más tiempo a nuestra práctica religiosa, que es la clave para ganar gracias y encontrar la paz interior.

En segundo lugar, dediquemos más tiempo y amor a nuestros seres queridos. Un novio a su novia, un marido a su mujer, los padres a sus hijos, los nietos a sus abuelos. Construir y preservar una familia debe ser una prioridad. El clan familiar sigue siendo la unidad básica de la sociedad, la cual ha demostrado su valía.

En tercer lugar, seamos también parte de la sociedad, rechacemos el individualismo, el egoísmo y el materialismo, comprometámonos con el bien común y con nuestro país, nuestra patria, la tierra de nuestros antepasados.

Cumplir estos 3 propósitos nos aportará equilibrio, fuerza, valor y perseverancia.

Aquí hay algunos ejemplos concretos que son fuente de esperanza:

En España, en Madrid, desde principios de noviembre, cada tarde, sin importar la lluvia, el viento, el frío, o incluso la intimidación de la policía a las órdenes del gobierno rojo, católicos de todas las edades han acudido en gran número a rezar públicamente el Rosario por su país. Desde hace dos meses, ofrecen este ejemplo todas las tardes, y la policía no ha podido disuadirles de volver al día siguiente.

Otro buen ejemplo es el Rosario de Hombres, que se está extendiendo por varios países, sobre todo de Europa del Este y América Latina.

En febrero de 2023, en Brasil, 70.000 personas respondieron a la llamada del movimiento del Rosario de Hombres.

También es interesante observar la movilización de los agricultores que se ha extendido a varios países europeos en las últimas semanas.

Debemos defender a toda costa a los verdaderos agricultores. No puede haber país sin agricultores.

En Francia, también hay que saludar la aparición de numerosas asociaciones católicas locales, que demuestran que, a pesar de la política de disolución tan querida por Darmanin (Gérald Moussa Darmanin, Ministro del Interior, Francia), nada puede erradicar el espíritu contrarrevolucionario.

Por último, hay que observar con entusiasmo que la tiranía sanitaria, seguida de otros anuncios que provocan ansiedad, alimentados por los medios de comunicación del sistema, propiedad de una oligarquía de multimillonarios globalistas, han dado lugar paradójicamente a una amplia toma de conciencia sin precedentes, y que la proporción de disidentes sigue creciendo.

Pueden ver cómo, aunque el mal está presente, seamos claros, también hay motivos para la esperanza. No desesperen. Levanten la cabeza. Sean orantes y valientes, y Dios los recompensará.

Por mi parte, nos vemos dentro de 15 días para la gran campaña de reclutamiento de Civitas Internacional. Juntos, con la ayuda de Dios, podremos hacer grandes cosas.

Les deseo a ustedes y a sus familias un Santo y Feliz Año Nuevo, en la fe y en el disenso.

¡Fuerza y honor al servicio de Cristo Rey!