¿Cómo afrontan los cristianos de Tierra Santa la ocupación israelí de Palestina?

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Fuente del Articulo
https://www.medias-presse.info/comment-les-chretiens-de-terre-sainte-vivent-ils-loccupation-israelienne-de-la-palestine/183616/

Traducido por Elisa Hernandez

en Internacional / Israel / Palestina – por Léo Kersauzie – 14 de diciembre de 2023

«La ocupación israelí de tierras palestinas es un pecado contra Dios y la humanidad porque priva a los palestinos de sus derechos humanos fundamentales», escribieron los prelados cristianos de Oriente Medio. «La resistencia es un derecho y un deber cristiano».

El 24 de octubre, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, lanzó un llamamiento a la oración para poner fin a la violencia. Refiriéndose al atentado del 7 de octubre, declaró que «no es permisible en modo alguno y sólo podemos condenarlo». Asimismo, condenó la respuesta israelí, incluidos sus «intensos bombardeos» sobre Gaza.

Centrando su atención en el establecimiento de una solución pacífica y estable, el cardenal franciscano reiteró lo que la voz unánime y constante de la Iglesia en la región, así como de la comunidad internacional, considera la «raíz» del mal del conflicto: la ocupación militar de territorio palestino reconocido internacionalmente.

«Sólo poniendo fin a décadas de ocupación y a sus trágicas consecuencias, y dando una perspectiva nacional clara y segura al pueblo palestino, podrá iniciarse un proceso de paz serio», valoró el patriarca latino. «Si este problema no se resuelve de raíz, nunca habrá la estabilidad que todos esperamos.

Desde la Guerra de los Seis Días, desencadenada por el ataque de Israel a Egipto en 1967, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se ha referido a los «territorios ocupados» por Israel como resultado de esta conquista. La Resolución 242 del CSNU pedía entonces la «retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios [palestinos] ocupados» durante aquella invasión. Estas zonas incluyen la Franja de Gaza y Cisjordania, que siguen bajo dominio militar israelí a día de hoy.

Los palestinos de los territorios ocupados se rigen hoy bajo el dominio militar de una ocupación extranjera hostil que ha desposeído sistemáticamente de su tierra a estos habitantes autóctonos y les ha negado sus derechos humanos más elementales durante 56 años.

A lo largo de estas décadas, los obispos católicos y ortodoxos de la región, junto con otros líderes cristianos, han trabajado para concienciar sobre la grave opresión y el sufrimiento infligidos a los 5 millones de palestinos.

Organizado y compilado en 2009 por un grupo de clérigos y eruditos, el libro de 14 páginas «Kairos» declara que es «la voz de los palestinos cristianos al mundo sobre lo que está ocurriendo en Palestina». El consejo editorial incluía al Patriarca Emérito Latino Michel Sabbah, al padre Jamal Khader Daibes, que ahora es obispo católico en Jordania, y al arzobispo Atallah Hanna, del Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén.

En el momento de su publicación, también fue aprobado por los jefes de las iglesias cristianas de Tierra Santa, entre ellos el Patriarca latino Fouad Twal, el Patriarca ortodoxo griego Teófilo III y Pizzaballa, que era entonces jefe de la Custodia franciscana de Tierra Santa. También apoyaron la declaración los jefes de las iglesias locales armenia ortodoxa, copta, siria ortodoxa, maronita, etíope, luterana y anglicana.

Los colonos israelíes «asolan nuestra tierra», el muro de separación convierte las ciudades «en prisiones

Los colonos israelíes están «asolando nuestra tierra», describen los líderes cristianos, «controlando nuestros recursos naturales, incluidos el agua y las tierras agrícolas, privando así a cientos de miles de palestinos» de estas necesidades para el trabajo, la vida y la supervivencia.

Desde 1967, Israel ha construido 163 asentamientos en tierra palestina, con otros 98 «puestos de avanzada».

El enorme muro de separación israelí, que a menudo serpentea por encima de la línea del armisticio de 1967, también contribuye al proyecto de confiscación de tierras.

«El muro de separación erigido en territorio palestino… ha convertido nuestras ciudades y pueblos en cárceles, separándolos unos de otros», afirma el informe de Kairos. Esta política provoca «la separación entre los miembros de una misma familia, haciendo imposible la vida familiar para miles de palestinos».

A lo largo de los años, el Patriarcado Latino ha «condenado enérgicamente» la construcción del muro de separación en nombre de las «familias oprimidas», alegando que esta «injusticia cometida contra ellas» desprecia sus derechos naturales.

Humillaciones diarias: Gaza «una fábrica de gente desesperada, diseñada para convertirse fácilmente en extremistas».

Los líderes cristianos palestinos también clamaron contra «la humillación diaria a la que nos someten en los puestos de control militares, cuando nos dirigimos a nuestro trabajo, nuestras escuelas o nuestros hospitales».

Estos puestos de control existen incluso dentro del territorio palestino. Los informes indican que las personas pueden ser detenidas sin motivo por personal militar israelí, o sometidas a registros sin ropa antes de llegar a un hospital en caso de emergencia.

Los cristianos describieron cómo la población de Gaza vive «en condiciones inhumanas, bajo un bloqueo permanente y aislada de los demás territorios palestinos». Desde 2007, Israel ha excluido todas las exportaciones de la franja cercada y ha controlado estrictamente todas las importaciones de alimentos, medicinas y otros productos esenciales, diezmando la economía, provocando una crisis sanitaria paralizante y produciendo un desempleo asombroso (46,6%), con el 81,5% de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza en esta región descrita a menudo como un gran campo de concentración.

Y dada la «Doctrina Dahiya» de Israel, que implica una política explícita de aplicar una fuerza desproporcionada y destruir objetivos civiles desafiando los principios morales y las normas internacionales, la población de Gaza ha sido sometida regularmente a masacres por parte de las fuerzas de ocupación, como en 2008-2009 (1.400 muertos, entre ellos 300 niños), 2014 (más de 2.000 muertos, 500 de ellos niños) y 2023 (en la actualidad, más de 15.000 personas han sido asesinadas, entre ellas 6.150 niños y 4.000 mujeres, con claras pruebas de intención y acción genocida criminal. contra toda la población de 2,2 millones de personas).

En el momento del ataque militar israelí de 2014 contra Gaza, el patriarca latino Fouad Twal describió «las condiciones de Gaza» como las de «una tierra desesperada bajo asedio, donde solo el miedo y la frustración pueden crecer y alimentar el odio. Es casi como si esto tendiera a convertir Gaza en una fábrica de gente desesperada, diseñada para convertirse fácilmente en extremistas dispuestos a todo».

«Los refugiados también forman parte de nuestra realidad», explica el documento de Kairos. Después de que Israel expulsara a unos 700.000 palestinos en 1948, y a más en 1967, «la mayoría de ellos siguen viviendo en campos en circunstancias difíciles. Esperan su derecho al retorno, generación tras generación. ¿Cuál será su destino?

«¿Y los prisioneros? Los miles de presos que languidecen en las cárceles israelíes forman parte de nuestra realidad», deploran los líderes cristianos sobre los persistentes abusos.

La ONU informó en Julio de que «desde 1967, Israel ha detenido a aproximadamente un millón de palestinos en el territorio ocupado, incluidos decenas de miles de niños».

Un informe de 2020 del grupo de defensa internacional Save the Children afirmaba que estos niños «sufren tratos inhumanos como palizas, cacheos sin ropa, abusos psicológicos, semanas de confinamiento en solitario y denegación de acceso a un abogado durante los interrogatorios.»

En relación con estos miles de presos, los líderes cristianos preguntaron: «¿Cuándo tendrán su libertad?

Más de 56.000 viviendas palestinas demolidas, «apartheid» y «desprecio» del derecho internacional

Además, con el muro de separación dividiendo los barrios, «Jerusalén sigue siendo vaciada de sus ciudadanos palestinos, cristianos y musulmanes. Se les confiscan sus documentos de identidad, lo que significa la pérdida de su derecho a residir en Jerusalén. Sus casas son demolidas o expropiadas», deploran las autoridades cristianas. Según el Comité Israelí contra las Demoliciones de Viviendas, Israel ha demolido unas 56.445 viviendas palestinas desde 1967.

«Los palestinos dentro del Estado de Israel… también han sufrido una injusticia histórica», afirman las iglesias cristianas. Aunque son ciudadanos israelíes, «siguen sufriendo políticas discriminatorias».

Los prelados cristianos también deploran que «se niegue [a la mayoría de los palestinos] la libertad de acceso a los lugares santos con el pretexto de la seguridad».

En total, el Consejo de Seguridad de la ONU ha emitido 79 resoluciones dirigidas contra Israel por graves violaciones del derecho internacional.

Ante tales realidades, el documento de Kairos describe cómo «Israel justifica sus acciones como autodefensa, incluyendo la ocupación, el castigo colectivo y todas las demás formas de represalia contra los palestinos».

«En nuestra opinión, esta visión es una inversión de la realidad. Sí, hay resistencia palestina a la ocupación. Sin embargo, si no hubiera ocupación, no habría resistencia, miedo ni inseguridad», escribieron. «Por eso pedimos a los israelíes que pongan fin a la ocupación. Entonces verán un mundo nuevo en el que no habrá miedo ni amenazas, sino seguridad, justicia y paz».

Aunque la respuesta a la injusticia de la ocupación ha sido variada entre los distintos grupos de palestinos a lo largo de los años, incluidos los intentos de negociación de la Autoridad Palestina, que han dado pocos resultados tangibles, otros han elegido «el camino de la resistencia armada», recuerdan los prelados.

«Israel ha utilizado esto como pretexto para acusar a los palestinos de ser terroristas, y ha sido capaz de distorsionar la verdadera naturaleza del conflicto, presentándolo como una guerra israelí contra el terrorismo, en lugar de como una ocupación israelí enfrentada a una resistencia palestina legal destinada a acabar con ella», afirmaron los líderes cristianos.

A continuación pidieron a Israel «que renuncie a su injusticia contra nosotros, y que no distorsione la realidad de la ocupación pretendiendo que es una batalla contra el terrorismo». Las raíces del «terrorismo» están en la injusticia humana cometida y en la maldad de la ocupación. Estas deben ser eliminadas si hay una intención sincera de eliminar el «terrorismo»».

«Pedimos al pueblo de Israel que sea nuestro socio en la paz y no en el ciclo interminable de la violencia. Resistamos juntos al mal, al mal de la ocupación y al ciclo infernal de violencia», escribieron.

Declaración contra el sionismo cristiano: «La ocupación israelí de tierras palestinas es un pecado contra Dios y la humanidad».

Tras una larga profesión de fe cristiana, las Iglesias arremeten contra los errores del sionismo, que intenta «atribuir legitimidad bíblica y teológica a la violación de nuestros derechos». Así, las promesas, según su interpretación, se han convertido en una amenaza para nuestra propia existencia. La «buena nueva» contenida en el propio Evangelio se ha convertido para nosotros en «un presagio de muerte».

Recordando que su presencia, «como palestinos cristianos y musulmanes, no es accidental sino que está profundamente arraigada en la historia y la geografía de esta tierra», confirmaron su derecho natural a estar aquí y a vivir como personas libres.

En consecuencia, declararon, «la ocupación israelí de la tierra palestina es un pecado contra Dios y la humanidad porque priva a los palestinos de sus derechos humanos fundamentales, otorgados por Dios. Distorsiona la imagen de Dios en el israelí que se ha convertido en ocupante, al igual que distorsiona esa imagen en el palestino que vive bajo la ocupación».


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