Artículo original : https://www.medias-presse.info/francois-davos-message-schwab/184980/
por Francesca de Villasmundo – 17 de enero de 2024, Traducido por Elisa Hernández
El Papa Francisco envía un mensaje a Klaus Schwab con motivo de la reunión anual de Davos 2024
La gran fiesta globalista de Davos ha comenzado con la bendición de la Iglesia bergogliana: 2.800 participantes, entre ellos 60 jefes de Estado y de Gobierno, escoltas en abundancia y jets privados con sus huellas de carbono, se reúnen estos días en la 54ª edición del Foro Económico Mundial, cuyo tema este año es Reconstruir la confianza.
François elogia Davos como “una importante oportunidad para construir un mundo mejor”
«Una importante oportunidad para explorar vías innovadoras y eficaces para construir un mundo mejor», en un «clima de inestabilidad internacional muy preocupante». Así describe el Papa la actual reunión anual de Davos, Suiza, en un mensaje enviado a Klaus Schwab, presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
En línea con la globalización vendida por Schwab et al, ensalzó los «méritos» de la gobernanza mundial: «Es necesaria una política internacional que, mediante la adopción de medidas coordinadas, persiga eficazmente los objetivos de paz global y auténtico desarrollo» y «es importante que las medidas coordinadas de las estructuras intergubernamentales puedan ejercer eficazmente sus funciones de control y orientación en el sector económico».
A continuación, el Papa argentino saludó la reunión anual del FEM que se está celebrando en estos momentos, subrayando la «dimensión fundamentalmente moral» que implica el «proceso de globalización». El FEM y la Iglesia bergogliana, la misma lucha, el Nuevo Orden Mundial.
Pero, ¿en qué «moral» se basa este «proceso de globalización» del que habla este Papa venido de los confines de la tierra? Basta con ver la «moral» que motiva a Jorge María Bergoglio cuando «autoriza», contra toda ley divina natural, las pseudo-bendiciones de dúos de invertidos, concubinas o incluso transexuales, para comprender que un católico apegado a la Tradición inmutable de la Iglesia católica no tiene la misma concepción de la moral que el jesuita en blanco que preconiza la inmoralidad, la inversión de los valores, la inversión del Bien y del Mal.
La moral del FEM pregonada por Francisco es un verdadero arco iris de inmoralidad
La «moral» en la que se basa el globalismo de la FEM es cualquier cosa menos una moral católica fundada en una verdadera búsqueda del bien común de todos los pueblos. Es más, los pueblos que empiezan a despertar ante esta globalización tiránica no la quieren. Los alemanes se rebelan, los estadounidenses votan a Trump, los países del Brics se apartan de Occidente y de su locura del arco iris…
Y los oligarcas de Davos, esos mesianistas progresistas amigos de Francisco el Apóstata que se han impuesto como los arquitectos rectores de un mundo futuro, un mundo feliz que es realmente una pesadilla para la humanidad, sólo pueden hablar de cómo «reconstruir la confianza» con el pueblo sin darse cuenta de que la han perdido para siempre. Pero, ¿alguna vez la tuvieron realmente?
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