Aumentan los escépticos del clima, Davos tiembla y quiere censura

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Artículo original : https://www.medias-presse.info/climato-sceptiques-augmentation/185074/

por Francesca de Villasmundo – 19 de enero de 2024, Traducido por Elisa Hernández

El cambio climático pierde adeptos

Una encuesta ha revelado un escepticismo considerable entre los jóvenes sobre el alarmismo climático, una evolución que ha despertado inquietud y cólera en el aparato globalista: para los defensores de una acción climática urgente, «ya es demasiado tarde», la agricultura es contaminante, no hay más combustibles fósiles, etc. En resumen, el programa de despoblación con el pretexto de «luchar contra el CO2».

Un tercio de los adolescentes rechaza los discursos sobre el clima que insisten en una catástrofe mundial inminente

El bien informado blog Blondet et friends revela este alarmante estudio para los Jemeres Verdes, los hijos ideológicos de los Jemeres Rojos de triste memoria, que solo cambiaron de color pero abogan por la misma sociedad de vigilancia, control y privaciones que los marxistas puros.

«El estudio», explica Maurizio Blondet, «fue publicado el 16 de enero por el Center for Countering Digital Hate (CCDH), una organización de izquierdas demandada por Elon Musk por lanzar una «campaña del miedo» destinada a alejar a los anunciantes de X, antes Twitter.

«El estudio revela un aumento significativo entre 2018 y 2023 de los contenidos de YouTube que expresan una de estas tres opiniones: ‘las soluciones climáticas no funcionarán’, ‘la ciencia del clima y el movimiento climático no son fiables’ o ‘los impactos del calentamiento global son beneficiosos o inofensivos’”.

«Los investigadores también descubrieron que alrededor de un tercio de los adolescentes (la audiencia predominante en YouTube) mantienen opiniones como «las políticas climáticas causan más daños que beneficios» o consideran «el cambio climático un engaño para controlar y oprimir a la gente».

«Los resultados, que el CCDH califica de alarmantes y «sorprendentes», sugieren que existe un creciente rechazo al discurso climático centrado en la inminente catástrofe mundial.

» El grupo afirma que esta tendencia le parece preocupante e insta a las principales plataformas tecnológicas, como YouTube, a censurar los contenidos que «contradicen el consenso científico autorizado» sobre el cambio climático.

Los Jemeres Verdes denuncian un «nuevo negacionismo climático».

«Los investigadores del CCDH recopilaron transcripciones de más de 12.000 vídeos publicados en 96 canales de YouTube entre 2018 y 2023, y luego analizaron el contenido de las historias sobre el cambio climático. Por ejemplo, el contenido que expresaba la opinión de que «la ciencia del clima y el movimiento climático no son fiables» aumentó del 23% al 35%, mientras que el discurso de que «los impactos del calentamiento global son beneficiosos o inofensivos» aumentó del 4% al 6%. Este cambio, descrito como el «nuevo negacionismo», representa ahora la mayor parte (70%) del contenido escéptico sobre el clima en YouTube.

«El estudio también revela que el 33% de los adolescentes piensa que «las políticas climáticas causan más daños que beneficios» y el 30% piensa que «no se puede confiar en la ciencia del clima ni en el movimiento climático». «La propagación del nuevo negacionismo climático podría tener un impacto catastrófico en la acción por el clima», afirma el CCDH en un comunicado en el que el grupo pide a Google, propietario de YouTube, que intensifique su política de desmonetización y debilitamiento de los contenidos escépticos sobre el clima.

«Los negacionistas del clima tienen ahora acceso a una gran audiencia mundial a través de las plataformas digitales», señaló en una declaración sobre el estudio Charlie Cray, estratega principal de Greenpeace EE UU. Permitirles socavar gradualmente el apoyo público a la acción por el clima, especialmente entre los espectadores más jóvenes, podría tener consecuencias devastadoras para el futuro de nuestro planeta.»

¿No es de extrañar que en Davos este año saliera varias veces el tema de la censura de las redes sociales y las plataformas de Internet? La circulación de información distinta a la sellada como correcta es el nuevo gran temor de los santurrones…

Este estudio respalda a los más de 1.600 científicos y profesionales que firmaron recientemente un compromiso declarando que «no hay emergencia climática».

Sin embargo, como nos recuerdan acertadamente Blondet and Friends, «de hecho, más de 1.600 científicos y profesionales bien informados firmaron recientemente un compromiso en el que declaran que «no hay emergencia climática», argumentando que los modelos defectuosos y la retórica alarmista han sofocado la realidad científica en nombre del dinero y el poder. Entre los firmantes se encuentran premios Nobel, físicos teóricos, meteorólogos, profesores y científicos medioambientales de todo el mundo. El cambio climático, o la «emergencia climática» como muchos activistas insisten en llamarlo, se ha convertido en los últimos años en un grito de guerra globalista cada vez más ruidoso».

Y este «terrorismo climático», como se denomina en el citado artículo, ha sido «retomado explícitamente en Davos», señala Blondet: «El ex vicepresidente Al Gore advirtió de «bombas de lluvia» y «océanos hirvientes» en un conmovedor discurso sobre el cambio climático en una reunión de las élites mundiales en el Foro Económico Mundial celebrado en Suiza el año pasado. El secretario general de la ONU, António Guterres, pronunció un discurso igualmente alarmista en el evento, afirmando que «estamos coqueteando con el desastre climático» y que «cada semana trae consigo una nueva historia de horror climático»».

Pero este año, revela el periodista Blondet, «la directiva fue aún más extrema: la agricultura y la pesca deben considerarse delitos medioambientales porque son formas de ecocidio». Así lo afirmó Jojo Mehta, fundador de Stop Ecocide Now, a quien el Foro Económico Mundial concedió la palabra. Durante su intervención, el activista planteó la idea de considerar delitos los efectos ecológicos colaterales de actividades como la agricultura, la pesca y la producción de energía. También espera que se cree una nueva categoría penal internacional de «ecocidio» para evitar el «daño y la destrucción masiva de la naturaleza». Mientras que catástrofes como los vertidos de petróleo y las fusiones nucleares se han considerado hasta ahora formas de ecocidio, Mehta sugiere ampliar este delito también a las funciones necesarias de la humanidad».

Cuando les decimos que los ayatolás del clima son comunistas disfrazados, sus delirios mesiánicos de un «virtuoso» mundo feliz sin agricultura, pesca ni energía, un preludio de la despoblación de la tierra; rozando el odio a la humanidad, nos lo demuestran.




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