Nicolas Sarkozy encarcelado en La Santé

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Traducción del articulo : https://www.medias-presse.info/nicolas-sarkozy-incarcere-a-la-sante-par-gilles-colroy/210953/

por Gilles Colroy – 24 de octubre de 2025 – Traducido por Elisa Hernández

Imagen: “Lo que sabemos” – captura de pantalla de BFM TV

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De vez en cuando, la casta tiembla.
Uno de los suyos tropieza y cae.

La justicia le refresca la memoria, recoge los hechos, pero el juez se confunde y, ante la duda, devuelve la libertad al detenido concediéndole una pena suspendida. «No puedo castigarle, ¡pero no vuelva a hacerlo!». La casta ha tosido, el juez ha tosido, pero ambos, al final, están tranquilos: la casta por su incorregibilidad, el juez por su carrera. El curso de las cosas puede entonces retomar su pendiente licenciosa y la casta prolongar su sorda prevaricación.

Desde Mitterrand, los casos de corrupción o malversación en las más altas esferas del Estado no han dejado de aumentar. Los Pelat, Bérégovoy, Chirac, Juppé, Carignon, Botton, Longuet, Balkany han sido, de una manera u otra, investigados por la justicia, y luego —como se dice— se han recompuesto.
Algunos pasaron por la prisión de La Santé, otros conocieron la desgracia mediática o la del exilio en el extranjero.
Pero la desgracia es pasajera. 

El tiempo pasa y los franceses olvidan.

Nicolas Sarkozy lleva tanto tiempo arrastrando sus trapos sucios que el pavimento parisino se ha deformado. Su andar también, por cierto, se ha vuelto cojo con el tiempo. Ya no camina derecho. Su elocución, sus tics nerviosos, su apetito por la mentira lo convierten en ese personaje al que desearíamos que le diera un golpe decisivo para sacarlo definitivamente de la vida pública. Pero no es así, por desgracia.

Un poco sacudido por los jueces acerca de su lealtad como hombre de Estado, de su honestidad financiera y de la sinceridad de su clamor de inocencia, es conducido —por poco tiempo, no lo dudemos— a la prisión de La Santé para cumplir su condena.
¡Pobre hombre! Antes de cruzar la puerta, pasa por el Elíseo; en el momento de franquearla, las cámaras lo acompañan, lo siguen y lo escuchan; después, ya dentro de los muros de la prisión, ¡ahí está, flanqueado por tres policías encargados de velar por su seguridad! ¡Tres desdichados! ¡Ellos también en prisión, para proteger al culpable! 

No compadezcamos al hombre. Recordemos algunos hechos.

– Durante su mandato, Sarkozy declaró lo siguiente en una conferencia de prensa:

VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=C-wN3NnDJMA

«Y les voy a decir otra cosa : Iremos juntos hacia este nuevo orden mundial, y nadie, y lo repito, nadiepodrá oponerse a ello !».

– Al final de su mandato, hay que revivir el mitin de Villepinte del 11 de marzo de 2012; ese siniestro desfile de políticos que, año tras año, han contribuido al declive de Francia; ese lúgubre desfile de caciques del partido UMP que acudieron a apoyar al candidato Sarkozy, el de «¡la Francia fuerte!».

VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=VjfE7jQKg44

– Escuchemos entonces a Sarkozy, durante ese mismo mitin, decir sin pudor: «Esta ira que crece contra los impuestos, contra el Estado, contra los representantes electos, contra los demás, esta ira que lleva en sí misma los gérmenes de la violencia, del rechazo, de la exclusión. No escucharla sería irresponsable. No me tomo la ira de nuestros compatriotas a la ligera ».

VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=GHTb_mXMEb0

– Pongamos en perspectiva la ira así mencionada en perspectiva con los resultados de la gestión del país durante su mandato:

– Tampoco olvidemos que, entre 2004 y 2009, Sarkozy vendió, o más bien malvendió, 572 toneladas de oro (1/5 de las reservas nacionales) por 4600 millones de euros para sustituirlas por una cartera de divisas que se suponía que mejoraría el rendimiento y reduciría la deuda del Estado. Leamos lo siguiente:

«El Tribunal de Cuentas señala, en su informe anual publicado hoy, errores de apreciación sobre la cuestión de la venta de parte de las reservas de oro del Banco de Francia entre 2004 y 2009. En mayo de 2004, Nicolas Sarkozy, entonces ministro de Economía, anunció la venta de entre 500 y 600 toneladas de oro del Banco de Francia en un plazo de cinco años. Francia podría invertir el dinero así obtenido en divisas y bonos, cuyos intereses se utilizarían para reducir la deuda. Un error de apreciación que destaca el Tribunal de Cuentas en su Mala idea: entre 2004 y 2011, el precio medio de la onza de oro se disparó, pasando de 409,72 dólares a 1384,21 dólares. Además, en ese mismo momento, los bancos centrales europeos y los bancos centrales de los Estados de la zona euro, así como el banco suizo y el sueco Sveriges Riksbank, decidieron limitar sus ventas de oro. El 20 % de las reservas de oro se vendieron a precio de ganga. Las reservas de oro del Banco de Francia pasan de 3000 toneladas en 2004 a 2445 toneladas a finales de julio de 2009. Si Francia hubiera vendido esas 572 toneladas hoy, habría obtenido el doble de dinero, es decir, una cantidad superior ». (fuente Midi Libre. Publicado el 08/02/2012 a las 13:58, actualizado a las 14:39)

– Por último, no olvidemos el Tratado de Lisboa del 13 de diciembre de 2007, odioso perjurio al rechazo del Tratado Constitucional Europeo de 2005. Una traición odiosa que se explica en la rueda de prensa citada anteriormente durante su mandato.

– En cuanto a la inmigración, tema tabú para los caciques de la derecha, pero que Sarkozy debía reducir y «limpiar a fondo» en los suburbios, las cifras fueron las siguientes durante su mandato, leamos esto: «Según el INSEE, en 2007, el saldo migratorio en lo que respecta a los inmigrantes —es decir, el número de extranjeros que llegan a Francia cada año menos el número de los que se van— era de 140 000 personas. Esta cifra era exactamente la misma en 2012. Durante el quinquenio, la afluencia neta de inmigrantes en Francia alcanzó una media de 138 000 personas al año. Sin embargo, las cifras citadas anteriormente no incluyen la inmigración ilegal, que por definición es extremadamente difícil de estimar. En este punto, los investigadores no se ponen de acuerdo. En 2004, un informe del Senado estimaba el flujo anual de entradas entre 30 000 y 40 000 personas. Es probable que esta cifra haya aumentado desde entonces, como parecen indicar las solicitudes de ayuda médica estatal (AME), una especie de seguridad social para los inmigrantes ilegales, desde la Primavera Árabe y la guerra en Siria. (fuente: Les Echos, 29 de noviembre de 2016)


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