Articulo original : https://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/7033-francis-is-gaslighting-the-world-into-thinking-christianity-is-a-hate-crime

Jueves, 8 de febrero de 2024

Por:  Robert Morrison | Columnista de Remnant | Traducido por Elisa Hernández

Es una luz de gas diabólica que Francisco y Tucho nos digan que la Fiducia Supplicans constituye una «ampliación innovadora» de las enseñanzas de la Iglesia sobre las bendiciones y luego insistan en que sólo los hipócritas y los que odian la ven como una «ampliación innovadora» de lo que la Iglesia siempre ha enseñado.

En su entrevista publicada por la revista italiana Credere el 8 de febrero de 2024, Francisco regañó a quienes cuestionan la Fiducia Supplicans, el documento de diciembre que autoriza la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo:

«‘Los pecados más graves’, añade el Papa, ‘son los que se disfrazan con una apariencia más ‘angelical’. Nadie se escandaliza si doy la bendición a un empresario que tal vez explota a la gente: y éste es un pecado muy grave. Mientras que se escandalizan si se la doy a un homosexual. . . ¡Esto es hipocresía! Todos debemos respetarnos. ¡Todos! El corazón del documento es la acogida».

Con esto, el mundo ve al reputado papa diciendo que los que cuestionan la ortodoxia de la Fiducia Supplicans son hipócritas que no respetan a los que están en uniones del mismo sexo. Estos hipócritas son, como los califica el mundo woke, fanáticos llenos de odio.

Los partidarios de la Fiducia supplicans hacen mucho hincapié en la afirmación de que la bendición de las uniones del mismo sexo es diferente del matrimonio. La inanidad autodestructiva de este argumento es asombrosa porque constituye una admisión de que realmente es la «unión» la que está siendo bendecida en lugar de dos individuos que casualmente se presentan al mismo tiempo para una bendición.

Incluso antes de esta entrevista, muchos católicos ya habían salido en defensa de la Fiducia supplicans, insistiendo en que es realmente coherente con la doctrina de la Iglesia. Nos dicen que sólo tenemos que dejar a un lado nuestra animadversión hacia Francisco y «leer el documento» para ver que es una enseñanza sólida. Pero, por supuesto, hemos leído el documento y podemos ver claramente las siguientes contradicciones:

¿Para qué escribir el documento si nada ha cambiado? Si la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo es realmente coherente con la doctrina de la Iglesia, ¿por qué el cardenal Víctor Manuel «Tucho» Fernández y Francisco lo dieron a conocer con tanta fanfarria? ¿Y por qué Tucho presentaría el documento calificándolo de «contribución innovadora» que permite «ampliar» la «comprensión clásica de las bendiciones» de un modo que «implica un verdadero desarrollo»?

«Al igual que la respuesta del Santo Padre antes mencionada a la Dubia de dos cardenales, esta Declaración se mantiene firme en la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda crear confusión. El valor de este documento, sin embargo, es que ofrece una contribución específica e innovadora al significado pastoral de las bendiciones, permitiendo ampliar y enriquecer la comprensión clásica de las bendiciones, estrechamente vinculada a una perspectiva litúrgica. Dicha reflexión teológica, basada en la visión pastoral del papa Francisco, supone una verdadera evolución con respecto a lo que se ha dicho sobre las bendiciones en el Magisterio y en los textos oficiales de la Iglesia. Esto explica por qué este texto ha adoptado la tipología de una «Declaración«.

Es una luz de gas diabólica que Francisco y Tucho nos digan que la Fiducia Supplicans constituye una «ampliación innovadora» de las enseñanzas de la Iglesia sobre las bendiciones y luego insistan en que sólo los hipócritas y los que odian la ven como una «ampliación innovadora» de lo que la Iglesia siempre ha enseñado.

Si esto es lo mismo que bendecir a empresarios corruptos, ¿dónde está el documento que lo permite? Francisco insiste en que es lo mismo que bendecir a cualquier pecador: «Nadie se escandaliza si doy la bendición a un empresario que tal vez explota a la gente: y esto es un pecado muy grave». Si es así, ¿dónde están los documentos que autorizan específicamente cada una de esas bendiciones de comportamientos pecaminosos concretos? Y si no se necesita tal documento específico para la bendición de «un empresario que tal vez explota a la gente», entonces obviamente la Fiducia Supplicans pretende autorizar algo muy diferente que simplemente bendecir a una persona que resulta ser pecadora (como lo somos todos). Francisco y Tucho no pueden tenerlo de las dos maneras: o esto es innovador y necesitan un nuevo documento, o es coherente con lo que la Iglesia siempre ha enseñado y no hay necesidad de emitir un documento que ellos califican de «innovador». Se trata, pues, de otro indicio de gaslighting (o manipulación luz de gas) diabólico.

¿Quién, aparte de Satanás, presionó a Francisco y a Tucho para que emitieran la Fiducia Supplicans? Como Michael Matt destaca a menudo en sus vídeos de Remnant Underground, Francisco es mucho más acogedor con las élites globalistas anticatólicas del mundo que con los católicos practicantes. ¿Podría ser que sus recientes visitantes Soros, Clinton, Pelosi, Biden, etc. le animaran a dar ese paso?

Si no se está bendiciendo la unión pecaminosa, ¿por qué insistir en que es distinta del matrimonio?  Los partidarios de la Fiducia supplicans hacen mucho hincapié en la afirmación de que la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo es distinta del matrimonio. La inanidad autodestructiva de este argumento es asombrosa porque constituye una admisión de que realmente es la «unión» la que está siendo bendecida y no dos individuos que casualmente se presentan al mismo tiempo para una bendición. Si no fuera así, no habría razón para que Fiducia Supplicans instruyera a obispos y sacerdotes para evitar un ritual fijo que se confundiría con el sacramento del matrimonio:

«Dentro del horizonte aquí esbozado aparece la posibilidad de bendiciones para parejas en situación irregular y para parejas del mismo sexo, cuya forma no debe ser fijada ritualmente por las autoridades eclesiales para no producir confusión con la bendición propia del Sacramento del Matrimonio«.

Si se tratara de la bendición de individuos, evidentemente no habría riesgo de confundirla con el Sacramento del Matrimonio. Así que tenemos otro indicio más de la diabólica manipulación luz de gas.

Si bendice la unión entre personas del mismo sexo, ¿hay alguna unión que no bendeciría?

Si la Iglesia puede bendecir esta unión porque no es un matrimonio, seguramente puede bendecir cualquier unión. Así que un sacerdote que celebra el matrimonio de una pareja por la mañana no debería tener ningún problema con que el marido recién casado se presente ante el sacerdote en el banquete nupcial pidiendo la bendición de su unión romántica con otra mujer o un hombre, aunque resulten ser miembros de su familia. No hay problema, ¡siempre que el ritual no se confunda con una ceremonia matrimonial!

Si esto es coherente con la doctrina de la Iglesia, ¿por qué permitir que los obispos africanos lo prohíban?

Francisco permite que los obispos africanos rechacen la Fiducia Supplicans, pero ¿cómo pueden los obispos negarse a hacer lo que la Iglesia debe hacer? ¿Cómo promueve esto la Iglesia acogedora que busca Francisco? ¿Podrían los obispos occidentales negarse a bendecir a las mujeres embarazadas porque no desean el crecimiento demográfico? ¿Podrían los obispos homosexuales negarse a bendecir los esponsales de parejas heterosexuales? ¿Permite Francisco que los obispos africanos se nieguen a hacer la bendición de la Fiducia supplicans porque es un racista que piensa que los africanos son incapaces de comprender la teología de Tucho? ¿O se trata de un componente más de la diabólica luz de gas?

Si consideramos estas sencillas reflexiones a la luz de la entrevista de Francisco, podemos ver la inquietante realidad de que la Fiducia Supplicans tiene como principal objetivo fabricar la pretensión de que los católicos que se oponen a la bendición de las uniones del mismo sexo lo hacen porque son unos fanáticos odiosos.

¿Quién, aparte de Satanás, presionó a Francisco y a Tucho para que emitieran la Fiducia Supplicans? Como Michael Matt destaca a menudo en sus vídeos de Remnant Underground, Francisco es mucho más acogedor con las élites globalistas anticatólicas del mundo que con los católicos practicantes. ¿Podría ser que sus recientes visitantes Soros, Clinton, Pelosi, Biden, etc. le animaran a dar ese paso? Todas las musas globalistas de Francisco detestan la postura de la Iglesia sobre las uniones entre personas del mismo sexo, por lo que no podrían esperar otra cosa que el hecho de que Francisco parezca autorizar la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo por parte de la Iglesia y luego denuncie como hipócritas a quienes se oponen a su gaslighting.

Si consideramos estas sencillas reflexiones a la luz de la entrevista de Francisco, podemos ver la inquietante realidad de que la Fiducia Supplicans tiene como principal objetivo fabricar la pretensión de que los católicos que se oponen a la bendición de las uniones del mismo sexo lo hacen porque son unos fanáticos odiosos. Francisco y Tucho no idearon la Fiducia Supplicans para mostrar su amor por los que están en uniones del mismo sexo – idearon la Fiducia Supplicans para armar su odio contra los que profesan las creencias del catolicismo no adulterado.

De diversas maneras, Dios nos ha advertido de que estos días llegarían, y nos ha dicho qué hacer:

«Y habrá grandes terremotos en diversos lugares, y pestes, y hambres, y terrores del cielo; y habrá grandes señales. Pero antes de todas estas cosas, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, arrastrándoos ante reyes y gobernadores, por causa de mi Nombre. Y esto os sucederá para testimonio. Guardadlo, pues, en vuestros corazones, para no meditar antes cómo responderéis: Porque os daré una boca y una sabiduría que todos vuestros adversarios no podrán resistir ni refutar. Y seréis traicionados por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos; y a algunos de vosotros los matarán. Y seréis odiados por todos los hombres por causa de mi Nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas». (Lucas 21: 11-19)

Nuestra tarea hoy es cooperar pacientemente con la gracia de Dios para no abandonar nunca la Fe Católica no adulterada que Él nos dio. Llegados a este punto, sabríamos que estamos en el bando equivocado si no nos persiguieran por aferrarnos a la verdad de Dios. Nos perseguirán; Dios los aplastará; y, si cooperamos pacientemente con la gracia de Dios para hacer todo lo que podamos para combatir su maldad, salvaremos nuestras almas y honraremos a Dios.

¡Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros!