Por Monseñor Williamson, 16 de diciembre de 2023, Traducido por Elisa Hernández
Artículo original http://stmarcelinitiative.com/downfall-of-europe-i-2/
A los nacionalistas franceses podemos o no prestarles atención,pero a los católicos, Franceses, los necesitamos absolutamente.
El colapso de Francia y de Europa en su conjunto es una realidad catastrófica. No se ha producido de la noche a la mañana. El desmoronamiento se viene produciendo desde hace mucho tiempo, como lo vieron muy bien los nacionalistas franceses, que predijeron las graves consecuencias para la sociedad y la civilización, que ahora son evidentes. Varios escritores destacados, y revistas como Rivarol, llevan mucho tiempo dando la voz de alarma, a medida que se sucedían los oscuros acontecimientos.
Tras el hundimiento del imperio colonial francés y la traición de la Argelia francesa, la revuelta estudiantil de 1968 en París demostró que el pueblo francés en general estaba dispuesto a aceptar el derrocamiento de todo sentido común, de toda Tradición, de toda moral sana, de todo lo que hacía la grandeza de nuestra civilización. Luego vinieron la legalización del aborto, un gobierno socialista en 1981, el antirracismo, la inmigración diseñada, la remodelación de la familia, el colectivo LGBT, los transexuales, la pedofilia, el adrenocromo (un auténtico horror), la venta de órganos, el «cambio climático», los chemtrails, etc. Sin embargo, la reacción del público fue escasa. La gente podía estar un poco conmocionada durante un momento o dos, pero pronto se calmaba de nuevo. Sin embargo, hablamos de «un aumento del nivel de vida» como si hubiera habido una mejora real de la vida, cuando en realidad ha sido poco más que técnica: mejores máquinas que ponen a disposición más bienes materiales. El resultado ha sido que la necesidad de dos sueldos en lugar de uno separa a la madre del hogar, sobre todo si no le gusta ser madre.
Durante toda una época, Francia irradió en todo el mundo, en general para bien, pero ahora ella misma se hunde en una decadencia moral y económica, en una crisis social e intelectual tal que ya no puede ejercer tal influencia. Lo peor de todo es que rechaza, desprecia e ignora todo lo que una vez consiguió. Sin embargo, sorprendentemente, ese «Occidente», que ya no es más que la marioneta de unos amos satánicos que son una oligarquía de globalistas materialistas y gnósticos, sigue comportándose como si tuviera vocación de dirigir el mundo, algo así como los judíos talmúdicos que pretenden ser el sacerdocio de la humanidad.
Y desde Covid, esa monstruosa mentira diseñada para probar hasta dónde puede llegar la manipulación del hombre moderno, los pueblos de la Europa de Carlomagno se han esclavizado rápidamente a los banqueros de Londres y Nueva York. El plan de despoblación detrás de Covid se remonta al menos a la década de 1970, cuando Jacques Attali, todavía hoy un asesor clave del gobierno francés, dijo en una entrevista pública: «Los comedores inútiles son buenos para el matadero». De ahí las peligrosas y mortales «vacunas».
En cuanto a Francia, es descuartizada y vendida con fines de lucro a los EE.UU. y a intereses privados. En cuanto a Europa, está desgarrada por el ataque de EE.UU. y la OTAN contra Rusia, con los viles medios de comunicación y sus comentaristas propagando mentiras contra Rusia, mientras que sobre todo toda la clase política guarda silencio. Con su guerra por delegación en Ucrania, matando a medio millón de blancos, los EE.UU. han logrado al menos una cosa – el poder económico de Europa y la competencia de Alemania se han roto – las empresas alemanas se están trasladando a Estados Unidos. Poco sospechan los estadounidenses cómo la historia demuestra que tales «conquistas» son signos de la inminente caída de un imperio. Además, el Occidente ha ligado su destino al del Estado de Israel al que venera, pero el resto del mundo rechaza semejante arrogancia y degeneración, y no acepta lo que Israel está haciendo a los Palestinos.
La total falta de reacción en todas las más altas instituciones de Francia ante semejante infamia de la Francia de Carlomagno señala el fin de un mundo. Se quedan mirando, silenciosos y dóciles, mientras Francia rueda hacia los cubos de basura de la historia. Algunos esperan que dure su tiempo, otros siguen sonámbulos, ebrios de su propia propaganda. Los que están en el poder se esfuerzan por silenciar toda oposición, mientras la Guerra Mundial pende sobre sus cabezas.
Nuestra tarea en política es hacer todo lo que podamos que pueda tener un efecto, pero se trata principalmente de preservar para un futuro mejor los mejores frutos del glorioso pasado de Francia, del mismo modo que, cuando en el siglo VI el imperio romano estaba siendo inundado por los bárbaros, los monjes de los monasterios preservaron las glorias de la antigüedad. Estas glorias, conservadas, desempeñaron un papel importante en la construcción posterior de 1500 años de civilización Europea y Cristiana.
Kyrie eleison
Nota: El Obispo Richard Nelson Williamson (nacido el 8 de marzo de 1940) es un obispo católico tradicionalista independiente británico.
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