por Francesca de Villasmundo – 9 de abril de 2025 – Traducido por Elisa Hernández

La eurodiputada alemana Christine Anderson
La eurodiputada alemana Christine Anderson, del partido Afd, compartió recientemente su opinión sobre las fuerzas ocultas que configuran la gobernanza mundial. «No sé quién está realmente detrás», admitió.
La eurodiputada alemana Christine Anderson compartió recientemente su opinión sobre las fuerzas ocultas que configuran la gobernanza mundial. «No sé quién está realmente detrás», admitió:
«No es Ursula von der Leyen, ella no es la que toma las decisiones. No es Bill Gates, ni siquiera Klaus Schwab. No son ellos los que toman las decisiones. Son sólo las caras públicas, las que se ponen delante de las cámaras y propagan la absurdidad totalitaria”.
La eurodiputada alemana Christine Anderson compartió su opinión sobre las fuerzas ocultas que dan forma a la gobernanza mundial
Según la eurodiputada Anderson, que se dio a conocer durante la pseudo-pandemia covidesca en la que luchó contra las medidas liberticidas y los mandatos de vacunación implantados por tecnócratas y gobiernos europeos, el verdadero poder reside en un grupo escurridizo al que ella llama, a falta de un término mejor, los «misántropos globalistas»:
«No tengo ni idea de quiénes son, pero son los que mueven los hilos. ¿Nuestros gobiernos electos? Meras marionetas que hacen lo que dictan estas figuras en la sombra.
En su opinión, su objetivo final está claro:
«Quieren un gobierno mundial único, que transformará nuestras sociedades liberales, abiertas y democráticas, basadas en individuos libres, en un sistema colectivista en el que las personas no son más que piezas maleables, que se desplazarán según las necesidades».
Para la Sra. Anderson, este establecimiento de una gobernanza mundial explica la existencia misma de la Unión Europea.
Para la Sra. Anderson, este programa explica la existencia misma de la Unión Europea.
“Fíjense en Europa”, prosigue. Este pequeño continente, rico en su mosaico de culturas, tradiciones, historias y lenguas, está orgulloso de su gente. Sería imposible convencerles de que abandonaran sus Estados nacionales y su soberanía en favor de un gobierno mundial. Se resistirían. Así que la UE se creó como un trampolín».
Se refiere al pretexto histórico destacando la retórica de los europeístas:
«Oh, aquí hemos tenido tantas guerras que tenemos que unirnos como Europa para acabar con ellas”, dicen. Es cierto, pero es una excusa conveniente. Las instituciones europeas están absorbiendo cada vez más poder, condicionando a los europeos para que acepten el siguiente paso: un gobierno mundial en toda regla.
Christine Anderson considera que se trata de una erosión gradual y deliberada de la identidad nacional y de la libertad individual, orquestada por lo que ella denomina «misántropos globalistas». «No se trata de paz», concluye. Se trata de control». Un análisis más que pertinente.
https://twitter.com/newstart_2024/status/1908858673906020414
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