Las citas esclarecedoras del cardenal Pie

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Artículo original : https://johanlivernette.wordpress.com/2016/05/18/les-eclairantes-citations-du-cardinal-pie

Par Johan Liverette – Traducido por Elisa Hernández

Louis-Édouard Pie desapareció de este mundo hace exactamente 136 años. Deja tras de sí una inmensa obra. El cardenal Pie fue un maestro de la escuela antiliberal del siglo XIX. Uno de los hombres de Iglesia más eminentes que ha conocido Francia. He aquí cerca de veinte citas para dar a conocer y amar al que fue, en su tiempo, obispo de Poitiers.

El Cardenal Pie durante su famoso discurso pronunciado en Nantes el 8 de noviembre de 1859:

“Lo que es seguro es que a medida que el mundo se acerca a su fin, los malvados y los seductores tendrán cada vez más ventaja: Mali autem et seductores proficient in pejus (II Timoteo, III, 13). Casi ya no encontraremos fe en la tierra (Lucas, XVIII, 8), es decir, habrá desaparecido casi por completo de todas las instituciones terrenas. Los propios creyentes difícilmente se atreverán a hacer una profesión pública y social de sus creencias. La escisión, la separación, el divorcio de las sociedades con respecto a Dios, que san Pablo da como signo precursor del fin: nisi venerit discessio primum (II Tesal., I, 3), se consumirá día a día. La Iglesia, sociedad sin duda siempre visible, se reducirá cada vez más a proporciones simplemente individuales y domésticas.”

Cardenal Pie a Napoleón III el 15 de marzo de 1859:

—Señor, ni la Restauración ni usted habéis hecho por Dios lo que debía hacerse porque, ninguno de vosotros, habéis restaurado su trono; porque ninguno de vosotros habéis renunciado a los principios de la Revolución, cuyas consecuencias prácticas, sin embargo, combatís; porque el evangelio social que inspira al Estado es todavía la declaración de los derechos del hombre, que no es otra cosa, Señor, que la negación formal de los derechos de Dios. Ahora bien, es derecho de Dios mandar tanto a los Estados como a los individuos. No es para otra cosa que Nuestro Señor vino a la tierra. Debe reinar allí inspirando leyes, santificando la moral, iluminando enseñanzas, dirigiendo consejos, regulando las acciones de los gobiernos y de los gobernados. Dondequiera que Jesucristo no ejerce este reinado, hay desorden y decadencia. Sin embargo, tengo derecho a decirles que él no reina entre nosotros y que nuestra Constitución no es, ni mucho menos, la de un Estado cristiano y católico. Nuestro derecho público establece claramente que la religión católica es la de la mayoría de los franceses; pero añade que otras religiones tienen derecho a igual protección. ¿No es esto proclamar que la Constitución protege por igual el error y la Verdad? Bueno, ¿sabe usted, Señor, qué responde Jesucristo a los gobiernos que son culpables de tal contradicción? Jesucristo, Rey del cielo y de la tierra, les responde: “Y también yo, gobiernos que os suceden derrocándonos unos a otros, también os concedo igual protección. He concedido esta protección al emperador, vuestro tío; La misma protección he concedido a los Borbones, la misma protección a Luis Felipe, la misma protección a la República y a vosotros también, la misma protección os será concedida”.”

El emperador Napoleón III arrestó al obispo de Poitiers: “Pero aún así, ¿crees (…) que ha llegado el momento de establecer este reinado exclusivamente religioso que me pides?”

— “Señor, cuando grandes políticos como Su Majestad me objetan que no ha llegado el momento, sólo tengo que inclinarme porque no soy un gran político. Pero yo soy obispo, y como obispo les respondo: ¡no ha llegado el momento de que Jesucristo reine! Pues bien, ¡ahora no es el momento de que los gobiernos duren!”

El cardenal Pie en sus “obras sacerdotales” :

“Habiendo Dios encarnado en Cristo y Cristo continuando viviendo, enseñando y actuando en toda la Iglesia, todo lo que depende de Dios en el orden de las cosas espirituales, religiosas y morales depende en consecuencia de Jesucristo y de la Iglesia.”

“La religión que viene del cielo es la verdad y es intolerante con las falsas doctrinas.” “La religión que viene del cielo es la caridad y está llena de tolerancia hacia las personas.”

“Está en la esencia de toda verdad no tolerar el principio contradictorio. La afirmación de una cosa excluye la negación de esa misma cosa, como la luz excluye las tinieblas.”

“Pero en cuanto la verdad se presenta con ciertas características que la distinguen, por el mismo hecho de ser verdad, es positiva, es necesaria y, en consecuencia, intolerante: in necessariis unitas. Condenar la verdad a la tolerancia es obligarla al suicidio. […] La Iglesia no inventó la verdad, sino que es sólo su depositaria. […] Buscan la verdad sobre la tierra?, busquen a la Iglesia intolerante.”

“Si todas las religiones pueden ponerse al mismo nivel es porque todas son iguales; si todas son verdaderas, entonces todas son falsas; si todos los dioses se toleran es porque no hay Dios. Y cuando llegamos a este punto, ya no quedan moralejas embarazosas. ¡Cuántas conciencias estarían tranquilas el día que la Iglesia católica diera el beso fraternal a todas las sectas rivales!”

El cardenal Pie también escribió:

“Serás más de tu país a medida que te vuelvas más cristiano.”

“Nosotros los cristianos formamos una sociedad, un pueblo aparte, que ya no está en comunidad de ideas con la inmensa sociedad que nos rodea, que se desintegra o, mejor dicho, que está en completa disolución. Si se quiere formar y continuar otro mundo, necesariamente tendrá que ser reconstituido sobre el principio católico, que es el único fundamento que ofrece coherencia; de lo contrario es el fin de todo.”

Cardenal Pie en “El Reino Social de Nuestro Señor Jesucristo”:

“Decir que Jesucristo es el Dios de las personas y las familias, pero no es el Dios de los pueblos y las sociedades, es decir que Él no es Dios. Decir que el cristianismo es la ley del hombre individual y no la ley del hombre colectivo es decir que el cristianismo no es divino. Decir que la Iglesia es juez de la moral privada y que no tiene nada que ver con la moral pública es decir que la Iglesia no es divina.”

El cardenal Pie citado en El complot contra Dios :

“La integridad de las doctrinas es la única posibilidad de restaurar el orden en el mundo.”

“Quienes esperan y temen el restablecimiento del orden cristiano en el mundo coinciden en que sólo pueden juzgarlo posible y alcanzable a través de Francia.”

“El bautismo de sangre es inseparable de la misión divina.”

Sobre la acción heroica de Santa Juana de Arco: “Dios vino a nosotros esta vez nuevamente por un camino virginal.”

“Hay que hacer todo de nuevo para crear un pueblo cristiano: esto no se hará mediante un milagro ni sobre todo mediante una serie de milagros; esto se hará a través del ministerio sacerdotal, o no se hará en absoluto, y entonces la sociedad perecerá.”

“Francia será cristiana o no será.”

Libro: «Cardenal Pie. Lucidez y coraje al servicio de la verdad» – de Alfredo Sáenz, S. J.