Perú, Mons. Rafael Escudero López Brea: Fiducia supplicans daña gravemente la comunión de la Iglesia, porque la Iglesia bendice a los pecadores, pero nunca su pecado ni su relación pecaminosa

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por Christian Lassale – 11 de enero de 2024, Traducido por Elisa Hernández

Monseñor Rafael Escudero López Brea, obispo español de la prelatura de Moyobamba en Perú

«La bendición indiscriminada de estas uniones pecaminosas objetivamente desordenadas y por lo tanto  pecaminosas es un horrendo sacrilegio».

En una carta pública, Monseñor Rafael Escudero López Brea, obispo español de la Prelatura de Moyobamba en Perú, denuncia enérgica y claramente los términos de la declaración de la Fiducia supplicans.

Sin ambages, el obispo afirma que «este documento daña la comunión de la Iglesia, ya que tales bendiciones contradicen directa y gravemente la Revelación divina y la doctrina y práctica ininterrumpidas de la Iglesia católica, incluido el reciente magisterio del papa Francisco, lo que explica que no haya ninguna cita en toda la declaración que se base en el magisterio anterior.

«Bendecir a las parejas en una situación irregular y a las parejas del mismo sexo es un abuso grave del Santísimo Nombre de Dios, que se invoca sobre una unión objetivamente pecaminosa de fornicación, adulterio, o aún peor de actividad homosexual» , se lee en la misiva del prelado de Moyobamba.

«Además, en el último caso hay que recalcar que “los actos homosexuales son desordenados y, sobre todo, contrarios a la ley natural” (Catecismo de la Iglesia Católica n. 2357). 

Dios no bendice nunca el pecado. Dios no se contradice. Dios no nos miente. Dios, que siempre ama incondicionalmente al pecador, por eso mismo, busca que se arrepienta, se convierta y viva. Dios desea para todos nosotros el bien», añade el obispo.

Monseñor Rafael Escudero López Brea explica que «la presente Declaración distingue entre bendiciones litúrgicas y bendiciones pastorales y permite bendecir parejas, pero no uniones, con ‘bendiciones pastorales’». 

Acto seguido, no oculta que «esta distinción nos deja perplejos y confusos, pues el acto de bendición, ya sea realizado en una asamblea litúrgica o en privado, impartida por un ministro, sigue siendo una bendición, de idéntica naturaleza. 

Bendecir una pareja es bendecir la unión que existe entre ambos, no hay modo lógico, real, de separar una cosa de otra. ¿Por qué, si no, pedirían una bendición juntos y no dos por separado?»

A pesar que desde el Dicasterio para la Doctrina de la Fe insisten en que se trata de una declaración «clara», lo cierto es que sigue generando una enorme confusión ya no solo entre los fieles sino también entre cada vez más obispos de todo el mundo.

Para el prelado de Moyobamba, «el problema de fondo es mucho más grave, y es que no pocos hermanos en el episcopado y sacerdotes, contraviniendo la moral objetiva de la Sagrada Escritura y de la Sagrada Tradición, llevan mucho tiempo confundiendo al pueblo de Dios con la bendición indiscriminada de estas uniones objetivamente desordenadas y por lo tanto pecaminosas, incurriendo en horrendo sacrilegio».

«El día de mi ordenación episcopal juré solemnemente “preservar el depósito de la fe en la pureza y la integridad, de acuerdo con la Tradición siempre y en todas partes observada en la Iglesia desde la época de los Apóstoles”», escribe en la carta.

Por todo lo expuesto, este obispo ha prohibido a los sacerdotes de la Prelatura de Moyobamba realizar bendiciones a parejas en situación irregular o a parejas del mismo sexo.

Todos los sacerdotes de la Prelatura de Moyobamba, en Perú, se han unido a su obispo para apoyarle en esta acción.

¡Deo gratias!




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