El salmo 125 es la alternativa de la prueba y de la alegría al servicio de Dios. Así es la vida del cristiano: hay que agradecer a Dios que nos libró del mal pasado y suplicarle que nos libre de los males por venir. El salmo 126 se trata de qué sin la ayuda de Dios, todos los esfuerzos del hombre son vanos. Tenemos que unirnos con Dios, según su Voluntad. El salmo 127 es el fruto del trabajo por medio de Dios, la alegría y la fecundidad temporal y espiritual. Orando estos salmos pensamos en la vida de trabajo y de silencio de Nuestra Señora en Nazaret, unida con Jesús.
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V. Dios te salve, María
Llena eres de gracia
El Señor es contigo
R. Y bendita tú eres
Entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jesús.
V. Dios mío, ven en mi ayuda.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Así sea.
De Pascuas a Septuagenaria: Aleluya
De la Septuagenaria a Pascuas: Gloria a Vos, Señor, Rey eterno.
HIMNO.
Hacedor del orbe,
acuérdate
Que una Virgen admirable
En su purísimo seno te vistió de nuestra carne.
María, Madre de gracia, de clemencia, dulce madre,
Líbranos del enemigo
Y en la muerte no nos faltes.
Jesús a Vos se de la gloria, Hijo de la Virgen Madre. Y al Padre y al almo Espíritu
por los siglos eternales.
Así sea.
ANTÍFONA.
Feliz sois, Madre para la posteridad, Que llevasteis en Vuestro seno al criador del universo y permanecéis siempre Virgen.
SALMO 125.
El salmista canta la alegría del regreso del exilio y suplica obtener el regreso de aquellos que están todavía cautivos. Apliquemos este Salmo a nuestra alma, muy alegre cuando sentimos el efecto de la gracia , en ocasiones tristes porque Dios parece ausente. Apliquemos también a nuestra vida apostólica, donde el tiempo de las semillas en la prueba son tan diferentes a la época de la cosecha en el triunfo, si el grano de trigo no muere se queda solo, pero si muere en abundancia dará fruto.
Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, *fuimos consolados.
nuestra boca se llenó de cantos de alegría *y nuestra lengua de gritos de alegría. Entonces entre los paganos se decía: «¡*El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!»
Sí, grandes cosas ha hecho *el Señor por nosotros, rebosábamos de gozo.
Haz que vuelvan, Señor, nuestros cautivos, *como riachuelos en tierras áridas.
Los que siembran entre lágrimas cosecharán entre gritos de alegría.
van, se van llorando los que siembran la semilla, *pero regresarán cantando trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, al Hijo y *al Espíritu Santo.
Cómo era en un principio ahora y *siempre por los siglos de los siglos. Así sea.
SALMO 126.
En el orden natural no podemos hacer nada sin Dios, con mucha más razón en el orden sobrenatural. Construir nuestra casa interior, cuidar la ciudad de nuestra alma, no puede hacerse sin la gracia de Dios. Busquemos en todo la voluntad de Dios. No busquemos levantarnos antes del amanecer para hacer cosas que no son la voluntad de Dios. Entonces de esta unión del alma con Dios, vendrá la fecundidad espiritual y los actos perfectos.
Si el Señor no construye la casa, *en vano trabajan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, *. en vano vigila el centinela.
En vano te levantas tan temprano, *levántate
Después de haber descansado, vos que coméis
El pan del dolor.
Por qué es Dios que da el sueño a los que ama.
*Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas.
Como flechas en manos del guerrero son los hijos de la juventud.
Feliz el hombre que con tales flechas ha llenado su aljaba, *cuando a la puerta vayan a litigar,
sus contrarios no los harán callar.
Gloria al Padre, al Hijo y *al Espíritu Santo.
Cómo era en un principio ahora y *siempre por los siglos de los siglos. Así sea.
SALMO 127.
Felices los que temen al Señor y *siguen sus caminos.
Comerás del trabajo de tus manos, *esto será tu fortuna y tu dicha.
Tu esposa será como vid fecunda *en medio de tu casa, tus hijos serán como olivos nuevos alrededor de tu mesa.
Así será bendito el hombre *que teme al Señor.
¡Que el Señor te bendiga desde Sión: *puedas ver la dicha de Jerusalén durante todos los días de tu vida! ¡Que veas a los hijos de tus hijos y en Israel, la paz!
Gloria al Padre, al Hijo y *al Espíritu Santo.
Cómo era en un principio ahora y *siempre por los siglos de los siglos. Así sea.
ANTÍFONA.
Feliz sois, Madre para la posteridad, Que llevasteis en Vuestro seno al criador del Universo y permanecéis siempre Virgen.
CAPÍTULO.
Raíz en el pueblo glorioso cuya herencia es la parte de mi Dios, y mi hogar está en la asamblea de los santos.
R. Demos gracias a Dios.
V. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Rogad por nosotros Santa madre de Dios.
V. A fin que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
R. Santa Madre de Dios.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.
V. Dios la escogió y la hizo predilecta.
R. Y la hizo habitar en su tabernáculo.
V. Dios mío venid en mi auxilio (o también se puede decir, la paz sea con vosotros )
R. Señor apresuraos en socorrerme. ( y con vuestro espíritu)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
En caso de que esta sea la última hora que se rece por el momento se dice:
V. Dios te salve, María
Llena eres de gracia
El Señor es contigo
R. Y bendita tú eres
Entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto
De tu vientre, Jesús.
Qué por la misericordia de Dios las almas de los fieles difuntos reposen en paz.
R. Así sea.
